Cada vez estamos más acostumbrados a ver anuncios publicitarios en los que el producto o servicio ofrecido ya no es el protagonista, sino la historia que hay detrás y las personas que participan en ella. Es el arte de contar historias o storytelling, una técnica que bebe de los antiguos trovadores, aquellos personajes de la Edad Media que, a falta de libros y con una población mayoritariamente analfabeta, transmitían las historias de generación en generación a través de la poesía y la música.
El storytelling parte de la máxima de que un mensaje resulta mucho más efectivo si es capaz de provocar emociones en el receptor. Es decir, de que lo importante no es la información que recibimos, sino cómo la recibimos. Por tanto, una buena campaña de storytelling es aquella que está formada por sentimientos que el receptor ha experimentado alguna vez en sus propias carnes, lo que aumenta su empatía y confianza con el emisor del mensaje. Sigue leyendo