Una de las partes más frustrantes del trabajo de un docente es lidiar con la actitud de indiferencia y la falta de motivación de sus estudiantes. Frases como “no me importa” o “y a mí qué” afectan a algunos alumnos e incluso a veces a toda una clase que se muestra apática y desmotivada.
La apatía académica puede ser un problema complicado de resolver e ignorarlo conduce a un aumento de los problemas de comportamiento. Soluciones como gritar, sermonear o castigar rara vez motivan o mejoran el comportamiento. De modo que para evitar tener tu aula llena de estudiantes distraídos, aburridos y desconectados, esta web de Pearson ofrece algunas estrategias para aumentar la motivación. Sigue leyendo